20100511

Unexpected

Cuando te ponen frenillos, sabes que hay cosas que serán difíciles de morder por un tiempo, otras serán imposibles todo el tiempo... pero si tienes buena suerte, puede que te toque ser de esas personas que sufren por un par de días y nada más. Eso es más o menos lo que sabía yo, antes de portar braces en los dientes.

Pero hay algo que no sabía: esa poca movilidad que pierde mi cara al hablar, hace que pronunciar idiomas extranjeros sea algo difícil. O sea, todavía se me entiende lo que diga, pero cuesta pronunciar bien. Vi que mi hermana veía una película que ya terminaba, y -como yo no vi los primeros 9/10 de la película- pregunté "¿Quién es Gracie?"... pero sonó como "¿Quién es Crazy?" (plop!) y ante la imposibilidad de pronunciar fácil y correctamente, opté por cambiar la pregunta a "¿Quién es Grace?"... y la falta de i ayudó a minimizar la confusión. Esa misma hermana mía dice que hablo inglés raro, y que no me entiende nada (y yo siento que ella pronuncia inglés como chilena que se come las consonantes y susurra tdo rapidito sin modular!). También es difícil diferenciar entre hole y hall... porque la boca no se mueve lo suficientemente rápido cuando hay brackets entre medio. Así, a la primera, me salen las dos igual; si me concentro y esfuerzo, puedo decir cada una de esas palabras, pero ya me cansé: no hay forma de que salgan naturalmente a la primera.

Puede ser que termine yendo a algún pub para gringos, a ver si conversando se me quita un poco, pero más allá, siento que se me van atrofiando todos los músculos del habla, porque hace años que no puedo pronunciar francés en bonito, y porque cuando pregunté cómo se dice por favor en alemán, no me atreví a pronunciar Bitte... me pareció marciano!! Tampoco he podido diferenciar todas las consonantes del chino mandarín. A los doce años, creía que podía pronunciar todos los idiomas del mundo. Hace unos pocos años que ya no lo creo.


Finalmente pololo pudo ponerse a pensar y empezar a descifrarse a sí mismo.