20100410

La sensación de estar viva

Yap. Ahora, con un paper revisado y la tos pasando (aunque sigo sintiendo mis calugas abdominales), vengo a escribir de verdad. Hmmm... ni que antes hubiese escrito de mentira. Bueno, los posteos de resfriada no valen mucho si no se dan vueltas y vueltas, como las cosas en mi cabeza. Y lo que ha dado vueltas hoy, es la sensación de estar viva.

Wow... hasta yo me sorprendo con ese título tan profundo. Y me sorprendo más al recordar cuándo le puse ese nombre. ¿Y qué diablos es esa sensación? Bueno, es de las cosas que la Sofi diría que se sienten rarito: es algo que aparecía cuando me ponía a pensar en que los seres se mueren, el Universo es re-grande, la Tierra que es chica en el Universo me parece grande (y por ende es probable que cada uno de nosotros sea más insignificante que hormiga al lado de un mamut), y las cosas, los objetos, el resto de las personas, me parecían todos extraños... algo entre Matrix, el genio maligno de Descartes y todo eso de que la realidad no existe... sentía cierta inquietud ante la posibilidad de que todo lo que me rodeaba no existiera... sentía que el mundo giraba a mi alrededor -literalmente, sin profesar egolatría-, y al mismo tiempo, la sensación de que todo el mundo era algo completamente ajeno se multiplicaba en forma exponencial... en menos de un segundo. Luego, por unos cuantos segundos más, sentía angustia, miedo, mareo, un vacío terrorífico por dentro y una distancia enorme entre el mundo y yo... todo al mismo tiempo. Para aliviar el susto, me concentraba en distraerme con la realidad (¿supuesta?) y pensar en otras cosas tan banales como "¿Se dice banana o plátano?"

No digamos que fuera algo muy frecuente, pero ocurría más que un par de veces al año. Tampoco pasó mucho tiempo para que le pusiera nombre a ese terror que me atacaba por un ratito: era la sensación de estar viva. Y yo... esteee... yo tenía como ocho años no más. ¿¡Qué diablos tenía en la cabeza!? Sea lo que haya sido, tengo la sensación de que sigue ahí, de cierta forma.

Recuerdo haber tratado de explicarle esa sensación a mi yunta del colegio... pero no me entendió ni jota... era como si le hablara en chino (o sea, que yo sí tenía alguna remota idea de lo que estaba tratando de decir, pero ella no).

Sí, cabe la posibilidad de que esté loca. Pero curiosamente estoy más preocupada de no sentir esa sensación rarífica hace un bueeen rato. No es exactamente que no la sienta, sino que parece estar presente todo el tiempo, pero en una forma disminuida... como al 2%. Vivo cada día lejos de lo que me rodea, sintiendo el sinsentido de estar en el mundo, sobreviviendo por si acaso y porque puedo.

¿En cuántas formas viene la locura? También cabe la posibilidad de que yo no esté loca, y -mejor aún- de que otras personas en el mundo se hayan sentido así alguna vez. Pero no lo sé. Siento que estoy en el cuento del elefante encadenado.


Alguien dejó un comentario por aquí: dice que mis escritos son terapia autoinducida. Aún no sé qué quiso decir.