20100222

Yo (no) creo que...

Cuando digo "yo creo que...", parece que casi nadie me cree, y suelo molestarme. Básicamente porque yo no cuestiono ese tipo de afirmaciones. Cuando yo digo "yo creo que...", estoy diciendo lo que espero, lo que pretendo, lo que me gustaría, lo que me tinca... pero por alguna razón no estoy 100% segura de que aquello se cumpla. Esa razón puede existir y yo la he olvidado, o esa razón aún no existe, pero presiento que puede surgir, y no por obra mía.

Me siento ofendida. Si yo digo "yo creo que Dios existe", nadie -ni el ateo que parece estar seguro de ello- cuestiona. Pero si la afirmación es "yo creo que sí voy"... la cosa cambia radicalmente. ¡Y cuánta gente me exige responder de otra forma!: "¿Cómo que 'creo que sí voy'? ¿Sí o no?" (grrr... están desconfiando de mí!!! ...de mí, que no suelo mentir!!!). ¿Y si yo fuese por la vida cuestionando cada "yo creo que Dios existe"? ("¿Cómo que usté' cree...? ¿Ah? Dígame si existe o no existe, y decídase ya).

¿Hay cosas más creíbles que otras? A ver... complete la oración "Yo creo..."

...en el viejito pascuero.
...que no te conviene esa mina.
...q el wn tá chalao.
...en mí.
...q sí
...q no
...en ti.
...en la ciencia.
...que voy a almorzar.
...que el horóscopo sí le achunta.
...en que se puede.
...que no se puede.
...en duendes, y en hadas.
...que los mounstruoh no existen, pero los fantasmas sí.
...que los fantasmas no existen, pero los mounstruoh sí.

Creo que... después de este gran ejercicio creo varias cosas:
Parece que no se le puede creer a cualquiera. Parece que no se puede creer en cualquier cosa. Parece que hay quienes escogieron no creer en lo que otro sí cree. Parece que hay quienes escogieron no creer cierto tipo de cosas (y/o creer firmemente en otras). Parece que hay cosas en las que es bonito creer, y hay cosas en las que no es bonito creer (obviamente "bonito" es siempre un término relativo)...


...parece que las creencias debieran tener su propia Teoría de la Relatividad. Creo yo.

20100216

Noquieroná

Mañana sumo un año de vida y no tengo idea de lo que haré. Hasta el momento Fan-tá-Light ha ofrecido hacerme una torta. Dice que primero se le ocurrió la idea (y preguntarme), luegó soñó que me preguntaba si podía hacerme la torta, y finalmente me hizo la pregunta despierta y en persona... Nice! Hoy tengo flojera otra vez, después de varios días tratando de colaborar en labores domésticas. Mañana vence mi licencia de conducir... lata. ¿Por qué no las hacen vencer el día antes o el día después del cumpleaños? Una cosa es que la fecha de vencimiento sea recordable, pero... el día de cumpleaños no será como mucho?? Claramente quien tuvo esa ocurrencia cumple años entre marzo y diciembre, y en un día no festivo. Porque no tiene idea de lo que adoramos nuestros cumpleaños quienes nacimos en verano. Y como se me olvidó ir hoy... tendré que ir mañana. Yo lo tenía hiperpresente... hasta que me puse a cocinar, y se vino también la modorra post almuerzo. Claramente no voy a poder renovar ná a las 5 de la tarde. El próximo año le toca al carnet.

Ideas que no prendieron: Una junta (por tercer año consecutivo) en el Platipus, o una en La Casa en el Aire con sus cuentacuentos de miércoles (de día miercoles) a los que no voy hace como dos años... pero el local está en remodelación. Un asado, o una salida a comer... noooo!! acabo de sobrevivir a la comida de año nuevo... sigo en desintoxicación. De todas formas no tengo ganas de juntarme con nadiennn... pero no esconderé mi fecha de cumpleaños en facebóok. El año pasado el experimento resultó en unos tres saludos por facebook, pero varios por teléfono (la mayoría preguntó antes si acaso estaba yo de cumpleaños... porque tenían la sensación de que sí, pero no pudieron confirmarlo con el facebook que les avisó el día antes).

Cuando yo iba al colegio, dependíamos o de una agenda o de nadie pa recordar una fecha de cumpleaños (según la importancia de quien estuviese de aniversario). Lo mismo pasaba con los números de teléfono. Ahora, resulta que cada uno tiene más de un número telefónico: uno principal y todos los demás para el amigo Justin (que se apellida Case: just in case), y nadie en su sano juicio trata de aprenderse todos los números de todos sus conocidos. Ya ni se puede confiar en la agenda del teléfono, porque después de un par de años de no hablar con Juanito, no podemos estar seguros de que el número que tenemos sea efectivamente el número de Juanito. Si hasta el e-mail quedó relegado por facebook... la gente cambia de teléfono, luego de dirección, luego el mail o el messenger, y al último está el cambio de facebook. Hay quienes tratan de tener una segunda cuenta más privada, pero facebook viene y le cuenta a todos que hay alguien a quien podríamos conocer, a quien en realidad ya conocemos y ya teníamos en facebook... y luego de darse cuenta de que no nos han eliminado de la lista de amigos, podemos concluir que alguien se ahogó entre tanto contacto y quería respirar un poco de amistad real.

Parece ser que mientras más años se tienen, menos proclive se es a cambiar números y direcciones (y reenviar cadenas y chistes). Hace muchos años que dejé de crear cuentas de e-mail en cada servidor de correo existente, y parece que mi número de celular se va a quedar así como es. Aún no tengo un nuevo acosador que me haga querer cambiarlo, aunque... pensándolo bien, de poco me serviría un número nuevo, porque el mundo es cada vez más chico, y somos cada vez menos difíciles de encontrar. También dejé de googlear mi nombre o mi fecha de cumpleaños (ya olvidé qué personajes cumplen años el mismo día que yo), aunque sí confieso que puse "feb 17" en Wolfram|Alpha. Y ya los únicos nombres que busco son los de gente famosa que no conozco ni reconozco. Ya no reenvío chistes, ni cadenas, ni fotos... graciosas, y no sólo porque no quiera, sino también porque ya ni llegan cosas buenas para reenviar, lo cual viene a demostrar que no soy sólo yo la que dejó de WEBear.


Siento que viene un nuevo receso para mis ganas de tipear...

20100211

Pérdida

A mi hermana le robaron su cámara. Una Nikon D60... Como la compraron al otro lado del mundo, salió menos cara que en Nikon Chile. Pero no es la plata ni la cámara lo que me tenía idiotizada hoy, sino la pérdida en sí. Hay cosas que se pierden, y nada se puede hacer por recuperarlas. Pero cuando hay cosas que verdaderamente no tienen por qué perderse (y se pierden), mi razón se vuelve furia. Me enfurece vivir en un mundito donde lo fácil se hace difícil, y lo difícil se convierte en imposible. Si encontrásemos la cámara por MercadoLibre o algo así, y localizáramos al ladrón (o reducidor), todavía tendríamos que organizar una protesta gigante en las afueras del Ministerio Público (con cámaras de TV incluídas), para que alguien note que tenemos algo que decir: resolvimos el caso... necesitamos que alguien haga su trabajo, ahora mismo. (Y suenan grillos de fondo: crí-crík).

Por si los milagros ocurren, el número de serie de la cámara es 9005320, y en las propiedades de cada foto que toma, aparece el nombre de mi hermana como Autor.

Yo soy de las que creen que sí vale la pena morirse defendiendo lo propio. No sé si sea capaz de cumplirlo llegado el hipotético momento, pero sí que estoy en desacuerdo con cada carabinero que dice que es mejor no resistirse y entregar las cosas. Carabineros... un amigo en tu camino... eso es slogan con mucho cariño pa todos los que adoran violar las leyes. Ya que los delincuentes no le temen a la Ley, ¿Puedo esperar a que le teman al ciudadano corriente? ¿Falta mucho?

20100208

Ahora pienso...

Hoy (ayer) por la noche -es decir, hace un rato-, me puse a pensar en algo que se me metió en la cabezota: tal vez no me agrada escribir; tal vez apretar teclas sea lo que me calme,

20100205

Quiero dormirrr

De vuelta en mi ciudad. Quiero dormir. Tengo sueño. Estoy cansada. ¿Y por qué no duermo? A er... creo que es otro de esos días en que me esfuerzo por no dormir de día, para poder dormir de noche sin ayuda dormilinística. Llegué hace un par de horas, con un montón de ropa sucia que no tengo ganas de lavar, unos cuantos chocolates, y un par de souvenirs que no sé si tengo ganas de regalar. Sólo sé que por alguna extraña razón hay gente que junto con preguntar ¿Y cómo estuvo el viaje? pregunta también ¿Y qué me trajiste?, y sólo por si acaso se me cruza una persona de aquéllas, tendré un llavero Kunstmann conmigo (sólo uno). En esta ocasión no vi nada que me recordara a alguien y que me hiciera decir "uy, esto se lo tengo q comprar a..."

El "apodo escrito" que le di a Pucón es producto de un chiste que se me ocurrió mientras caminaba por la playa. Me sentía como en el afamado sector 4 de Reñaca: mucho team, música fuerrrte (de la que me hace sentir algo como pinchazos de aguja en la cabeza), exceso de gente, y exceso de cuicas chilloooooonas (un ejemplo de gente que me cae mal cuando se agrupa =p ). Entonces mi imaginación voladora se inspiró y dijo "PUCón: lo que resulta de cruzar una ponticuica y un hueón". Si no detallo la fuente de inspiración, ¿pasaría yo por una resentida social? (Estimada personita de Talcahuano que ha seguido mi blog de forma casi obsesiva durante el último mes: dejaré los comentarios abiertos sólo para que manifieste su opinión en cuanto al chiste).

Resumen de vacaciones:
Villarrica: Mi watita mala-mala. Yo creí que mejoraba, pero nop. Todavía no estoy segura: ¿pagué por dormir, o me pagaban por dormir? ...dormí caleeeta, de día y de noche.
Pucón: Descubrí que el pollo asado puede ser una gran inversión. Cambiando de tema, cuando se nos ocurrió salir a conocer los alrededores (en bicicleta), el cielo pasó de soleado a nublado... con lluvia.
Valdivia: Cinco lucas que se ahorren en alojamiento al día, son sinónimo de cinco lucas en comida... (o dos entradas al Bierfest, especialmente si mi estómago se siente sanito) ¿Obvio? No tanto, al menos para mí, hasta entonces. Y la fea coincidencia: la mañana soleada en que salimos con rumbo a Niebla y Corral, se transformó en nublada; y la tarde nublada se transformó en lluviosa; terminamos casi acorralados en Corral, mirando la niebla de Niebla, porque las lanchas no podían salir al temporal; la única barcaza disponible se llenó, y hubo que esperarla por dos horas más, mientras... seguía lloviendo. Ahora pensaremos en arrendar auto cuando queramos salir un poco de la ciudad que visitemos.
Linares: opción escogida tras declararse cansados de vacacionar; un día en las termas equivalen a dos o tres días en cualquier otra parte, pero el espíritu nos pedía descanso. Y descansar de las vacaciones durante las vacaciones... resultó ser recomendable.


Ahora, miro el desorden que tengo siempre. Lo extraño es que ya me molesta, y no estoy ni cerca del nivel de desorden que usualmente me molesta a mí. A ver qué sentiré mañana...