Mientras empiezo a escribir, estoy insomne, cansada y con el estómago revuelto. Terrible. Probablemente insomne porque no me quedan dormilinas y olvidé comprarlas. Probablemente cansada porque caminé como 10 km según lo que medí en Google Earth, y mis piernas pesan aunque estén completamente estiradas y apoyadas en la cama. Y no tengo idea de por qué tengo el estómago revuelto. Estoy segura de que el BigMac
que me comí hace más de seis horas no se ha terminado de digerir.
¿Cómo diablos caminé 10 km por Providencia y no fui capaz de recordar que algo tenía que comprar? Bue... no sé. Supongo que estaba concentrada en otra cosa. De hecho estábamos paseando y buscando locales en arriendo que sirviesen de vitrina para nuestras plantas. Sólo encontramos locales demasiado grandes... como si todos los edificios relativamente nuevos hubiesen sido pensados para tener una sucursal bancaria (completísima) en su planta baja. No necesitamos tanto espacio, y menos aún podemos pagarlo. De todas formas, fue solo nuestro primer paseo. Quedan rincones y barrios por recorrer. En este minuto creo que no dormiré nada esta noche. Y sí: ya traté de dormir.
No necesitamos un local demasiado grande en superficie, pero sí necesitamos que tenga ventanales y buena altura... o cualquier otra característica que signifique luminosidad (¿un tragaluz?). Es increíble cuánto cuesta recrear la luminosidad del sol sólo para que las plantas se mantengan felices.
Por otra parte, yo creo que estoy bien, pero no me siento bien. Y a diferencia de mi cansancio e insomnio, no sé cómo explicarlo. Checklist: Duermo naturalmente mal, estoy comiendo tan bien que casi todos mis pantalones me quedan chicos, no me siento feliz por la vida, sigo convencida de que moriré antes de ser vieja, no me importa tener 30 y ningún bebé planeado, no me importa vivir en una burbuja, sí tengo problemas de concentración, y no... no disfruto nada. Tampoco me siento enamorada del encanto que tengo por pareja. Sonreí viendo el vídeo del hombre-pájaro holandés... que terminó siendo un hoax. Al menos me quedan los vídeos de Vi Hart... música, mateína y ñoña (la veo y entiendo un poco lo que algunas personas piensan sobre mí).
Volviendo al insomnio de hoy, ya revisé el diario de ayer, aún no publican en línea el de hoy, y revisé todo lo que me podría haber interesado en las revistas del diario. Hay mucha actividad en mi TL de twitter después de que me duermo, pero no hoy. Leo Applied Mythology... algo así como ciencia cierta en el mundo que empieza a ser encantado por los mitos de fanáticos de la producción orgánica 'natural' (por si no lo he dicho antes: yo prefiero la producción local, tradicional y responsable o respetuosa con el medio ambiente, por sobre la producción orgánica biodinámica y -prácticamente- esotérica... y esos comestibles orgánicos que viajan miles de kilómetros emitiendo muchísimo más CO2 que el que se ahorraron usando pesticidas 'naturales'). A ratos me da sueño, pero no dura mucho, y sigo buscando qué leer para cansar un poco los ojos y obligarlos a cerrarse.
Mi hermana olvidó mi cumpleaños por primera vez en nuestra vida de hermanas (desde que sabe usar calendario, obvio) y me regaló una almohada rara: parece que la hicieron con el mismo material de los tapones para oído de 3M... una goma esponjosa que retoma su forma. No sé cuánto dure, porque la uso para apoyar toda mi espalda cuando me siento en la cama a ver el computador y todo lo que eso significa (mucho tiempo leyendo, mucho tiempo usando la almohada como respaldo). Siento que estoy usando más paréntesis de lo habitual, y habitualmente los uso mucho. Tengo en mi cama más almohadas de las que puedo usar; parezco programa gringo de decoración de interiores.
Me gustaría escribir un post temático, como solía hacer... pero ¡qué se le va a hacer si no hay tema!
(A ver si ahora puedo dormir...)