Hubo un momento en la historia del mundo en que a mí me encantaban las poleras que traian una simpática frase como estampado principal. Obviamente, sólo era un tiempo en el que esas poleras estaban de moda, porque las cosas inteligentes dichas en pocas palabras siempre me han encantado... me alegraba el día leer cosas estampadas en ropa ajena... es que la sorpresa ponía de su parte. También he visto estampados lamentables que me hacían sentir vergüenza ajena. De todas las palabras, frases, citas y chistes estampables, creo que los que más sonrisas me sacan son los chistes matemáticos... y también los lógicos... y hasta los filosóficos... en realidad... parece que es mala idea pensar en clasificar las cosas... tan mala idea como sugerirme hacer una lista de cosas pendientes: no servirán para lo que se supone que sirvan.
Los 10 tipos de personas que se insinúan en el título de hoy, son las que conocen los números binarios... y las que no.
En la cabeza de Layzcita, las cosas pueden verse en una de cuatro o cinco formas. A grandes rasgos, existen las cosas lindas y existen las cosas no-lindas. En las primeras, estarían las cosas que me gustan, y las cosas que quiero. Las cosas que me gustan, son sencillamente las cosas que creo que son lindas, pero las cosas que quiero caen en categoría aparte: pueden ser las cosas más bellas, o pueden ser las cosas más comunes... al final, son las cosas que -de alguna forma desconocida- necesito. No moriré sin ellas, pero mi felicidad dará un paso más hacia su perfección.
De la misma manera, las cosas no-lindas pueden ser cosas que no me gustan, o cosas que odio. Puedo tolerar las cosas que no me gustan, pero no aseguro tolerancia infinita. Hay cosas que no quiero ver ni saber que existen... pero ya las vi (y puede que las tenga que seguir viendo), y ya sé que existen... así es que sólo puedo sentirme mal al verlas: son las cosas que odio. Y bueno... también hay cosas que existen, pero no son capaces de llamar mi atención (y ésas serían del "5º tipo").
También a la gente podría clasificarla así... de hecho, creo que ya lo hago: cada vez que pienso "¡oh, qué guapo!" me doy cuenta de que no es lo mismo decir que un hombre es lindo, que decir que me gusta (lo quierooo... conocer!!! más!!!). Las palabras pueden ser distintas, pero en el fondo, la clasificación es la misma.
Cambiando tema: Estoy empezando a odiar las vacaciones de invierno... es que me sacan de mis vacaciones meditativas permanentes y me llevan a pasear con las niñitas a lugares plagados de más niños... muuuuchos niños, y peorrr: vienen incluidos con sus respectivos padres. A los niños los aguanto (a los padres... ehhh... no gracias) y las filas... hay filas más largas que de costumbre, en todooo. Es terrible ir al mall si no quiero vitrinear, y llevo dos idas a Parque Arauco en dos días. Esto sólo se compara con la vez en que perdí las llaves del auto (en ese entonces nuevo) de mi mamá. Al menos esa vez paseaba feliz porque no supe que perdí las llaves sino hasta que me quise ir. No quiero imaginar cómo va a estar el mall durante este fin de semana, pero ya lo estoy imaginando... y lo odio.
Me duele la cabezota, y ya es hora de (tratar de) dormir.
Buenas noches.