20101125

Hola, pasaba por aquí...

Pasaba por aquí, y me dieron ganas de escribir. Fin. Aquí estoy, escribiendo.

Anoche soñé que un gordo feo me perseguía... y me perseguía y me perseguía... y el desgraciado siempre me encontraba; a veces se demoraba, pero terminaba por encontrarme. Luego yo me arrancaba como podía, y a donde fuera que se pudiera correr. Cuando creía que ya me había escapado o escondido bien, respiraaba aliviada, pero el desgraciado me volvía a encontrar. Horror... muy gordo, muy feo, muy enfermo de la cabeza (no como yo, que sólo parezco loca, a veces). Él solo quería estar conmigo... muy conmigo, mientras yo sentía que me querían comer viva.

Que el mundo me acuse de discriminadora, pero yo no podría salir (entiéndase andar o pololear) con un hombre gordo. No sé... me dan "cosa". Y eso que sí conozco machos más que corpulentos, bien pasados de peso y todo aquello... y me caen bien, por algo son o han sido mis amigos. Pero hay algo que me desagrada, y no sé qué es. También está el mito de que gordito es sinónimo de calentito. Y es mito: los pocos abrazos que he recibido de parte de gorditos, son heladísimos... ¿Tendrá que ver con la aparente facilidad para sudar? Ajjj... lo siento, no es intencional... sencillamente es desagradable y no puedo evitar sentir eso.

¿Y si Sergio engordara hasta esos límites, producto de mi afición a la cocina y a la comida? Uy... en primer lugar, eso es casi imposible por lo mucho que se cuida a sí mismo, y en segundo lugar... ehmmm... no sé... supongo que podré inventar comida bien fibrosa y sabrosa, para llenar el estómago de cosas poco aprovechables, pero con formatos apetecibles. ¿Una dieta encubierta?

En los últimos días he disfrutado de comida que no requiere masticación: es que el arco inferior de mi boca ya tiene su aparataje ortodóncico, así es que no he podido comer como la gente normal. He desayunado porridges de avena y he hecho puré de lo que se me ha antojado, inspirada yo por hummus y tahine... que todavía no se ven en el horizonte cercano. Ahora que lo pienso... me acabo de dar cuenta de que casi no he comido carne.


Odio no poder quedarme dormida. Odio despertar demasiado temprano.
Odio más aún que esas cosas ocurran una después de la otra, en cualquier orden.

20101111

(Re)haciendo mi CV

Puchas que es estresante escribir un curriculum vitae. Cuando chica me parecían tremendamente fáciles, pero claro, los CV que veía eran listas de datos de candidatos a garzones y ayudantes de cocina, ninguno de ellos muy letrados, buscando un trabajo que no es tan difícil de encontrar. De aquella época recuerdo bien que todos los CV eran iguales: se titulaban "Curriculum vitae", y parecían un formulario relleno... nombres, apellidos, RUT, fecha de nacimiento, dirección, teléfono, nombre del colegio (haber estado en más de un colegio era alargue de CV seguro), fechas y lugares donde se ha trabajado antes (haber ayudado al papá a atender el almacén de la familia por más de diez años también vale pa alargar CV)... etc. Y de ahí nace mi necesidad casi vital por tener un CV menos igual al de los demás.


Hay reglas y sugerencias por ahí sobre cómo escribir un CV. Una dice que hay que evitar ocupar más de una o dos páginas... y también hay una creencia popular que dice que "todo sirve pa'l curriculum". Pues yo, que no tengo experiencia laboral en serio, estoy teniendo serios problemas para hacer que mi CV se quede en una página, y eso que he omitido datos irrelevantes como mi domicilio, RUT y fecha de nacimiento. También omito que mis padres tuvieron restaurant y he sido cajera y ayudante de cocina antes de llegar a la adolescencia. Tampoco he puesto el colegio del que salí, ni el colegio en que estuve en (y sólo en) primero básico (ahora hay un edificio ahí y ni me acuerdo del nombre del colegio) ¿Por qué solía ser relevante el colegio en que se estudió? A mí me parece que si no se trataba de un colegio técnico, comercial o industrial, que efectivamente entregó un título, de nada sirve publicarlo. En fin... hago lo posible por hacer que quepa en una página y no puedo. Creo que un factor importante está en que antiguamente los CV se escribían a máquina, y el tamaño favorito de papel era el de oficio, con sus 33 cm de largo. Ahora que preferimos usar papel tamaño carta, tenemos como... ¿seis? centímetros menos para escribir. Oh, y todavía no llego a la parte en que menciono que hablo inglés... tampoco voy a poner que hago traducciones varias (para mi papá... ¡ups! Pero no es menor, porque se trata de lenguaje legal & bussinesssss y conceptos mineros varios... si hasta un paper viejo traduje por ahí), y ocultaré mi pequeña manía por la ortografía... y me niego a poner que me saqué un 7 en la tesis.

Está difícil esto de autopublicitarse en pocas palabras: al principio no se sabe qué se puede escribir, luego empiezan a aparecer las cosas y hay que resumir. Y mientras se decide cuál información se comparte primero (porque lo demás se guarda para la entrevista), está la sensación de que nada es suficientemente bueno por sí solo.

También es difícil mostrar todo lo que se sabe y todo lo que se sabe hacer: en este mundito con nombre de ají, "el que mucho abarca..." y si sabes hacer muchas cosas eres como un fenómeno no especializado, o un genio... que puede hacer temblar a cualquier potencial jefe. ¿Qué probabilidad existe de ser contratado directamente por los dueños de una empresa? Los dueños son dueños, nunca dejan de ser jefes, y necesitan gente que haga malabares (o sea... de todo), sería mi mejor opción, jajajajaja...

Ya no sé dónde están los archivos de mis dos CV hechos en el pasado... ni siquiera estoy segura de haberlos usado. Lo mismo esta vez: lo hago por si acaso, pero esta vez puede ser más en serio. Lo único que recuerdo es que mi CV se escribe con letra de color azul oscuro. Y lo único que tengo claro hoy es que me gusta el CV gringo, en que después de los datos de contacto, sigue la sección del perfil: véndase usted, sin importar qué, cómo, cuándo y dónde fue que trabajó o estudió... eso viene después, porque es parte de su pasado.


Sí voy a decir que me gusta comer, y cocinar (para comer). Es que... esa sí que soy yo.