— Estoy cansada.
— Yo más, porque (...)
— Estoy aburrida.
— ¡¿Pero por qué?! ¡Si hay tanto qué hacer! / Ordena, limpia, lava.
— Me siento mal.
— Uh, yo me siento peor, llevo días con (...) / Toma un remedio (cualquiera, lo importante es que dejes de quejarte)
Si me dicen que en todo caso están más mal que yo, ¿cómo pueden seguir vivos?
Si cada comentario mío solo sirve para iniciar un monólogo que desprecia mi sentir, mejor me quedo callada y me preparo para partir.