20111014

Jardines verticales

No me gustan mucho los jardines verticales... esos que tapizan muros de edificios. Si bien no son muchos los que he visto, puedo decir que al menos los que he visto en Santiago no son del todo bellos... y que su respectivo humano responsable parece tener problemas para regar (o calcular el fertitriego).

De los desastres exitosos en mi ciudad, creo que el del hotel Intercontinental se lleva el primer premio. Miro ese edificio y por mucho que trato de buscarle el lado positivo, no le encuentro nada bueno. Miro ese edificio y tengo la sensación de que está cubierto por musgo, sensación que creo que ha sido provocada por la gran sombra que proyectan las torres de enfrente (norte) durante buena parte del día, sombra que de paso no ayuda mucho a que las plantas crezcan felices. Ya ni me acuerdo si alguna vez reconocí alguna especie en ese tapiz verde, así es que tampoco puedo especular sobre sus requerimientos de agua y luz. Más fea se vuelve esa pared verde por toda la superficie que se toma. Al final, el resultado es verde, oscuro y triste. Yo creo que podría ser menos fea si el verde estuviera en franjas intercaladas con otras de ladrillo o el material con que quisieran revestir el muro: se destacarían más las franjas de cubierta vegetal. También habría sido menos triste si hubiesen preferido más plantas en su versión variegada. Le va mejor a la cubierta que está por el lado del 'Pasta e Basta': es más chica y le llega menos sombra del 'Titanium'... así es que no parece musgo.

Le va mejor también a los jardines verticales de Parque Arauco... ahora que decidieron tener plantas y justificar el nombre de Parque, pero el que muchas plantas de más abajo crezcan más que las plantas de más arriba me dice que alguien no pensó suficientemente bien... Eso, o pensó en algo que queda feo.

No sé si el papa del parque Juan Pablo II califique como jardín vertical. Tampoco lo he visto de cerca. Yo creo que es un híbrido entre jardín vertical y topiario... pero más jardín que topiario.


Tengo los pies fríos. Después de tanto anuncio, anoche llovió por fin. Me alegro de no guardar el calientacama aún. Olvidé comprar dormilinas... ¡mal!