20071112

¿Sana costumbre o placer culpable?

Para variar, hace semanas que vengo con ganas de transmitir. Hoy transmito desde el laboratorio de fisiología frutal, lugar en donde diariamente hago acto de presencia, pa trabajar en la tesik-tesak... y no avanzo mucho. Aunque un pequeño paso para esta niña... será un gran paso para esta facultad??

Trato de trabajar acá, aunque no resulte mucho. Es mejor que trabajar en la casa, donde no resulta nada. Llevo como dos semanas pegada con unos gráficos que hay que interpretar. Supongo que la parte difícil no es poner en palabras lo que dice sino poner en palabras lo que puede significar. Ahí está el problema. Toi que me hago un póster de todos los gráficos para tratar de imaginarlos en 4-D, aunque la cuarta dimensión no sea el tiempo. Que sean hartas hojas también es problema: es como hablar de capítulos totalmente distintos en un libro difícil de leer (y pienso en La Montaña del Alma), donde me hablan de lo mismo, bajo dos puntos de vista distintos y en forma intercalada... "cuando estaba por encontrar la respuesta olvidé la pregunta". Así es como me siento todos los días.

El sábado perdí en el mall las llaves del auto. Lo supe al llegar al auto. Y ya estaba todo el mall cerrado. Le pregunté a quien pude, pero nada. Llamé a la casa, pa que algún alma caritativa me llevara la copia de la llave. Fui al día siguiente al mall, y pregunté en todas las tiendas que visité el día antes. En el último lugar en que pregunté (y de los primeros que había visitado el sábado), fue el único en que se supo de llaves perdidas el día antes, aunque no estaban quienes las encontraron, así que ni sabían si eran de auto. De todas formas, dejé mi nombre, número y descripción del llavero perdido, para que no me digan que están mis llaves y que no sean, y hoy me dijeron que sí estaban!!! Paso por la tarde, después de la hora del taco, y antes de que cierren, a buscarlas.

He adquirido la sana costumbre de no llevarme el trabajo para la casa, aunque sin quererlo: porque siempre me llevo algo por si acaso, pero en realidad nunca leo, ni escribo, o lo que sea que me haya propuesto hacer en el momento de salir de aquí. Me caen mal los individuos que se pasan una linda tarde de domingo aprovechando de arreglar algún powerpoint en el Starbucks, en vez de estar disfrutando de hacer nada. Tal vez decir que me caen mal sea demasiado, pero verdaderamente aborrezco ver que se gastan las horas de ocio de esa manera, incluso si tuviesen incentivo$ económico$ para ello. Es más, me siento bien de ser incapaz de imitarlos, pero cada vez que salgo de aquí vuelvo a echar un par de gráficos, o un paper para leer por ahí. Por (¿mala?) suerte, nunca los leo de verdad.

La responsabilidad me indica que ya es hora de control psiquiátrico, y duermo muy mal de vez en cuando.

Definitivamente tengo intención de trabajar, pero lo que no tengo es un espíritu inspirado para la escritura. La neurona lingüística tiene la culpa. Menos mal que no trabajo como traductora.